La Dieta Keto, reconocida por sus Beneficios en la pérdida de peso, emerge como un protagonista en la investigación científica contra el Cáncer. Aunque ha ganado popularidad por sus resultados en adelgazamiento, su impacto va más allá.
Un reciente estudio, publicado en Cell Metabolism, revela cómo la Dieta Cetogénica, al privar a las células cancerosas de glucosa, podría desempeñar un papel crucial en la ralentización del crecimiento tumoral.
¿Qué es la Dieta Keto?
Las Dietas Cetogénicas se caracterizan por una reducción significativa en la ingesta de carbohidratos, una elevada cantidad de grasas y una moderada ingesta de proteínas. Este enfoque nutricional altera el metabolismo, llevando al cuerpo a depender de las grasas en lugar de la glucosa como fuente principal de energía.
Cómo Actúa Frente al Cáncer
La Dieta Keto, al privar a los tumores de la glucosa esencial para su crecimiento, puede ralentizar su desarrollo. Además, obliga al tumor a utilizar cuerpos Cetónicos como fuente de energía, induciendo la ferroptosis, un proceso que contribuye a frenar el crecimiento tumoral.
Efecto Secundario: La Caquexia
Sin embargo, estudios previos han destacado un efecto secundario preocupante en pacientes con cáncer: la caquexia. Esta condición, que provoca pérdida de peso, falta de apetito y supresión inmunológica, puede ser mortal. Ante este desafío, investigadores exploran soluciones para mitigar este impacto negativo.
Abordando la Caquexia: Una Nueva Perspectiva
Los científicos, tras un estudio en ratones, proponen una solución prometedora. Combinar la Dieta Keto con corticosteroides, fármacos comunes, demostró prevenir la caquexia en los roedores afectados por el cáncer. Esta combinación no solo frenó la pérdida de peso provocada por la dieta cetogénica, sino que también contribuyó a ralentizar el crecimiento tumoral.